Como hacía un calor de treinta y tres grados, el bulevar Bourdon estaba absolutamente desierto.
Gustave Flaubert
Bouvard y Pecuchet - inicio
ZURDOS. Esgrimistas temibles. Más diestros que quienes usan la mano derecha.
Gustave Flaubert
Bouvard y Pecuchet - final
la mirada de un callejero gato
su tristeza que anula toda fiesta
todo postín y pose y manifiesta
esa injuria a la vida sin recato
sin piedad con poder y pasta cato
ese turbio suceso y trapatiesta
monto a semejante zapatiesta
desobedezco todo y no lo acato
se vayan a la caca los de arriba
los de abajo acompañen a sus amos
tan mamones los unos con su criba
obedientes los otros tos mucamos
tos reptiles soberbios que les priva
someter animales y marchamos